El
día 3 de diciembre, en el marco del Día Internacional de las
Personas con Discapacidad, el Consell de la Joventut de Barcelona
organizó una mesa redonda sobre la inserción socio laboral de las
personas con diversidad funcional en el Espai Jove La Fontana en
Barcelona. Los invitados a exponer el panorama actual del mundo
laboral de las personas con diversidad funcional fueron Meritxell
Aymerich, activista y trabajadora que pudo relatarnos experiencias
diferentes: desde la búsqueda de trabajo al trabajo autónomo,
pasando por el puesto de trabajo protegido y el trabajo con apoyos,
desde el ámbito del periodismo; Eva Rodriguez, Jefe de Sección del
Centro Especial de Trabajo Integra, con su itinerario de ascenso y su
experiencia en la mediación con las empresas en la contratación de
servicios del CET; Iván Molinos, delegado de CCOO quien centró el
debate en la cuota de reserva a la contratación de personas con una
discapacidad certificada mayor al 33% en el sector el empleo público;
y Pablo Monteagudo, técnico del Servei d'Integració Laboral de ECOM
en Sant Adrià de Besòs, quien pudo mostrarnos la situación actual
de los trabajadores y trabajadoras con diversidad funcional y la
relación entre trabajadores/as y empresarios/as, el papel de los
programas de inserción y la idea de “acompañamiento” durante
estos procesos.
Después
de la exposición de los invitados se abrió un debate muy
interesante en donde el público aportó desde sus experiencias y
conocimiento concreto. El perfil diverso de los participantes
(jóvenes que empiezan a buscar trabajo, trabajadores con
experiencia, interesados en el ámbito de la inserción socio laboral
y otros) enriqueció la actividad con la diversidad de puntos de
vista y la puesta en común de problemáticas recurrentes que son las
que nos animan a participar.
Quisiera
destacar las reflexiones surgidas en relación al objetivo de
transición de los CET al empleo no protegido y la utilización
“excepcional”, por parte de las empresas, de las medidas
alternativas a la contratación surgidas con la reforma de la Ley de
Integración Social de los minusválidos (LISMI) que establecía una
cuota del 2% obligatoria para la contratación de personas con
certificado de discapacidad igual o mayor al 33% a las empresas de
más de 50 trabajadores en plantilla (consultar Ley 13/1982 y Real
Decreto 364/2005). Lo que llamó mi atención es la preocupación por
la aplicación de una ley que al desarrollarse creó un nuevo
panorama en el que repensar la inserción socio laboral, por esto se
destaca la importancia de pensar en las capacidades desde la
diversidad.
Som
Capacitat! fue el título de
este encuentro en donde las personas se muestran como son, y en donde
la idea de discapacidad como etiqueta negativa se sustituye por la
singularidad de las personas, por la diversidad de capacidades que
nos definen. Así, Meritxell Aymerich por ejemplo, recalcó las
posibilidades del trabajo a cuenta propia o de la vida independiente
que podemos realizar cada una de nosotras con nuestros respectivos
apoyos.