En este artículo Len Barton nos
recuerda que la sociología es fundamentalmente un acto social y señala la
necesidad de cuestionarnos hasta qué punto los sociólogos utilizan sus
capacidades y posiciones para apoyar la lucha por el cambio. Desde esta
perspectiva, el autor plantea que una visión emancipadora del estudio de la
discapacidad debe partir de unos cuestionamientos claves desde la posición del
investigador sobre el derecho de emprender investigaciones, las responsabilidades
derivadas de ello y si el uso del conocimiento adquirido desafiará la opresión
o reproducirá el sistema de dominación (1998: 20). Por ello quien decida
emprender investigaciones en el ámbito de la discapacidad tendrá que hacerse
unas cuantas preguntas en clave reflexiva:
¿Qué derecho tengo a emprender este trabajo? ¿Qué responsabilidades se derivan de los privilegios que gozo como resultado de mi posición social? ¿Cómo puedo emplear mis conocimientos y mis capacidades para desafiar las formas de opresión que experimentan las personas discapacitadas? ¿Con lo que escribo y con lo que digo reproduzco un sistema de dominación o desafío al sistema?
En opinión del autor la “sociología dominante” históricamente ha mostrado poco interés por el tema de la discapacidad, por considerarlo, desde un punto de vista médico o psicológico, como un tema pre-sociológico, abordado como mucho desde el interés por lo exótico y dejando de lado la acción que pueden ejercer las personas con discapacidad en el cambio social (1998: 22). Sin embargo el trabajo de algunos sociólogos minoritarios durante la década de 1980 ha contribuido en la formulación de una teoría social de la discapacidad, revelando la construcción social de categorías, analizando políticas, incluyendo las voces de las personas con discapacidad, aportando a las metodologías y al enfoque de la investigación sobre discapacidad (1998: 23).
¿Qué derecho tengo a emprender este trabajo? ¿Qué responsabilidades se derivan de los privilegios que gozo como resultado de mi posición social? ¿Cómo puedo emplear mis conocimientos y mis capacidades para desafiar las formas de opresión que experimentan las personas discapacitadas? ¿Con lo que escribo y con lo que digo reproduzco un sistema de dominación o desafío al sistema?
En opinión del autor la “sociología dominante” históricamente ha mostrado poco interés por el tema de la discapacidad, por considerarlo, desde un punto de vista médico o psicológico, como un tema pre-sociológico, abordado como mucho desde el interés por lo exótico y dejando de lado la acción que pueden ejercer las personas con discapacidad en el cambio social (1998: 22). Sin embargo el trabajo de algunos sociólogos minoritarios durante la década de 1980 ha contribuido en la formulación de una teoría social de la discapacidad, revelando la construcción social de categorías, analizando políticas, incluyendo las voces de las personas con discapacidad, aportando a las metodologías y al enfoque de la investigación sobre discapacidad (1998: 23).
Al definir la discapacidad, Barton nos alerta respecto a los
supuestos y prácticas que conforman nuestras experiencias puesto que estas
están imbuidas por una esencia biomédica, e históricamente se han planteado
como discriminatorias (1998: 24). Este hecho es notorio en las definiciones de
discapacidad en las cuales podemos notar como destaca el poder que unos grupos
han tenido para definir la identidad de otros, silenciando sus voces,
negándoles su historia. Por esta razón es fundamental plantear cuestiones que
tengan que ver con el poder, justicia, igualdad, ciudadanía y democracia
participativa desde una perspectiva histórica, que considere los cambios y las
continuidades (1998: 25-26).
La investigación sobre discapacidad ha de pasar
necesariamente por un cuestionamiento de las relaciones de poder, las
condiciones existentes y el desarrollo una identidad positiva. Se trata, por
una parte, de rechazar las ideas de carencia y dependencia (1998: 27) y, por
otra, de reconocer que ser discapacitado significa ser objeto de múltiples
discriminaciones, aislamiento y diferenciación social (1998: 29). En opinión de
Barton el reconocimiento de los derechos de las personas con discapacidad, así
como de su valor en y para la sociedad, dependen del grado de reconocimiento
que le otorguemos a la profunda gravedad de la opresión social que sobre ellas
se ejerce (1998: 30).
Tengo el mismo cuestionamiento hacia mí misma ¿qué derecho tengo a investigar en el tema de la discapacidad desde mi posición de antropóloga y persona sin discapacidad? Por eso concuerdo con la conclusión del autor, la investigación sobre discapacidad necesariamente tiene que cuestionar las relaciones de poder y las múltiples formas de exclusión y discriminación generadas desde la hegemonía. Quiero leer el libro completo.
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